7 cosas que no debes hacer en un crucero

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Tus maletas están listas, tus documentos preparados… ha llegado el momento de vivir las vacaciones de tus sueños en un crucero. Bueno, a menos que termines desembarcado de forma inesperada por haber cometido una falta grave a bordo 😅.
Pero tranquilo, eso no te pasará. Porque después de leer este artículo, conocerás las 7 cosas que jamás debes hacer en un crucero si quieres que tu viaje llegue a buen puerto.

1. Pelear o insultar a otras personas a bordo

Pelear o insultar a otras personas a bordo

Está prohibido pelear, agredir, actuar de forma violenta o usar lenguaje ofensivo con la tripulación o con otros pasajeros.
Aunque parezca raro, este tipo de situaciones pueden ocurrir, especialmente durante fiestas con exceso de alcohol.
La violencia física o verbal te garantiza una sola cosa: el desembarco en el próximo puerto. Las navieras no toleran ningún comportamiento agresivo, sin importar quién tiene razón o cómo empezó.
Así que ya sabes: mantén la calma, relájate y disfruta del viaje.

2. Hacerse pasar por un miembro de la tripulación

Hacerse pasar por un miembro de la tripulación

¿Pensando en disfrazarte de camarero, socorrista o capitán para bromear con tus amigos? Mala idea.
El personal está allí para garantizar la seguridad y el bienestar de todos. Usar su uniforme o credencial, aunque sea por diversión, está totalmente prohibido.
Todos los cruceros tienen cámaras de vigilancia, y si lo haces, tarde o temprano te descubrirán, lo que puede arruinar tus vacaciones.

3. Molestar o faltar al respeto al capitán

Molestar o faltar al respeto al capitán

El capitán es la máxima autoridad a bordo, por encima de cualquier otro miembro del barco.
Si lo molestas, lo provocas o si eres irrespetuoso con él o su equipo, tiene todo el derecho de ordenar tu desembarco inmediato.
Así de claro. En el barco, su decisión es final.

4. Provocar una falsa alarma

Provocar una falsa alarma

Un crucero es como un pequeño pueblo flotante. La tripulación se entrena constantemente para actuar con rapidez en caso de emergencia.
Por eso, provocar una falsa alarma (gritar “¡hombre al agua!”, simular un incendio o activar una alerta falsa) no solo es irresponsable, sino que puede tener consecuencias legales.
Además de arriesgarte a ser expulsado del barco, podrías enfrentarte a sanciones de la compañía o incluso a una denuncia.

5. Ignorar el simulacro de seguridad

Ignorar el simulacro de seguridad

No, no hemos visto a nadie ser expulsado por no asistir… pero es obligatorio y altamente recomendable, sobre todo si es tu primer crucero.
Durante este ejercicio, aprenderás cómo evacuar el barco en caso de emergencia, y cómo actuar si se presenta una situación crítica.
Tu participación se registra electrónicamente con tu tarjeta de cabina. Si no asistes a la primera sesión, te notificarán para que vayas a la siguiente.
Es por tu seguridad, y además, está disponible en varios idiomas (incluido el español).

6. Negarte a pasar los controles de seguridad

Negarte a pasar los controles de seguridad

Al igual que en los aeropuertos, los controles de seguridad son obligatorios tanto al embarcar como al regresar de las excursiones.
Si te niegas a pasar por ellos, no podrás subir al barco.
Los agentes necesitan verificar que no estés ingresando objetos prohibidos. Si no pueden hacerlo, simplemente no te permitirán el acceso.

7. Robar algo a bordo

Robar algo a bordo

El robo en un crucero es, como en cualquier otro lugar, un delito grave.
Los barcos cuentan con cámaras de vigilancia por todas partes. Si tomas algo que no es tuyo, la seguridad lo sabrá enseguida.
Y no solo te verás en una situación muy incómoda, sino que podrías ser expulsado y enfrentar consecuencias legales.

En resumen… usa el sentido común

Todas estas reglas son, al final, cuestiones básicas de sentido común.
Los casos de pasajeros desembarcados por estas razones son muy poco frecuentes.
La mayoría de quienes viajan en crucero lo hacen para relajarse y pasarla bien.
Nuestro mejor consejo: disfruta al máximo, respeta las normas… y sé prudente (¡pero no demasiado! 😉)

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